Desde bioPace entendemos a la sustentabilidad como un pilar fundamental de la agricultura moderna, en un presente donde el cambio climático, la contaminación y malas prácticas son moneda corriente. Por eso, te traemos una charla desde el Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible, que trata sobre como sustentabilidad y negocios pueden ir de la mano.
Una práctica sustentable no está peleada con hacer negocios en México, afirmó Carlos Rojas Aboumrad, director general de Grupo Rotoplas.
“Hemos desarrollado modelos de negocios con los que tenemos impacto en el medio ambiente y en la sociedad positivos, que a la vez nos generan un gran negocio por ser una gran forma de tener una práctica sustentable”, dijo durante la entrevista “¿Cómo evitar el desastre hídrico?”, realizada por Roberto Aguilar, director editorial de Forbes México, durante el Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible.
“Yo no creo que una buena práctica sustentable está peleada con una buena práctica de hacer negocios”, aseguró.
Rotoplas es una empresa conocida por la fabricación y venta de tinacos para agua, ya que es un producto muy visible, especialmente por estar en los techos de las viviendas y edificios, recordó.
“Fuimos muy exitosos en transformar un mercado de tanques de asbesto a tanques de plástico. Entonces con ese éxito nos reconocieron como una empresa de tinacos”, manifestó el directivo de la compañía.
Rojas Aboumrad explicó que también participan en el negocio del tratamiento de agua para los negocios, potabilización de agua y purificación de agua para consumo humano en las viviendas.
En esa línea de negocio dedicada a la condición de agua, en vez de usar cobre se usa plástico porque preserva mejor la calidad del líquido, agregó.
El modelo tradicional es tomar agua de un río, un lago, un manto freático para llevarla en grandes cantidades a la ciudad donde se consume y después se tira lejos de la población para que no haya riesgos, comentó el director general de Grupo Rotoplas.
“Es un modelo que se inventó el acueducto desde un cauce hasta la ciudad y existe hace mil años. En realidad, el modelo era bueno cuando las poblaciones no eran tan grandes y la gente no consumía tanta agua”, señaló.
Cuando hay una metrópoli como la Ciudad de México, es muy difícil llevar el agua a través de un acueducto, agregó.
La centralización de infraestructura es un modelo que no alcanza para la cantidad de agua consumida en la Ciudad de México, añadió Rojas Aboumrad.
“Nos dimos cuenta de que hay un modelo de soluciones descentralizadas, que complementa bien el modelo descentralizado”, agregó.
El sol sale todos los días, el vapor agua emerge a grandes cantidades del mar y la pone en las cabezas de todos: “Hay que captar esa agua de lluvia para almacenarla, consumirla, la tratamos y la volvemos a consumir y la consumimos hasta el punto que se termine infiltrando”, precisó.
Así, lejos de estar secando el manto freático, se reabastece, expuso el directivo.
En las soluciones descentralizadas no se gasta la energía eléctrica que se ocupa para llevar agua por el sistema Cutzamala ni se consume electricidad para sacar el agua de la Ciudad de México, presumió el director de Grupo Rotoplas.
FUENTE: FORBES