Desde bioPace entendemos a la sustentabilidad como un pilar fundamental de la agricultura moderna, en un presente donde el cambio climático, la contaminación y malas prácticas son moneda corriente. Pero, es importante tener en cuenta que el mundo está virando hacia lo sostenible e inclusive, hay paises como Japón que contaban con tecnología sustentable desde hace varios años atrás.
La revolución verde, a través del uso de agroquímicos, permitió aumentar la producción de alimentos en el mundo, pero a un costo muy grande. Los suelos vieron alterado su equilibrio biológico, su fertilidad y se degradaron perdiendo, en gran medida, la capacidad de producir naturalmente, con un aumento considerable de los costos de producción y poniendo en riesgo la subsistencia del cultivo. A esto se suma el cambio climático, producido en alguna medida también por la degradación de los suelos.
La forma de regenerar suelos degradados, bajar los costos, producir alimentos de calidad y ser sustentables es recuperar la vida y la salud del suelo.
EQUILIBRIO Y MICROORGANISMOS
El equilibrio biológico del suelo es importante para optimizar la fertilización.
En el suelo encontramos microorganismos benéficos, patógenos y neutros; todos tienen una función que cumplir, lo importante es el balance, pero los neutros son los más importantes porque trabajan en cualquier ambiente disponible, fermentativo u oxidativo. En los ambientes fermentativos se desarrollan los microorganismos benéficos que fomentan suelos sintetizadores de nutrientes y en los ambientes oxidativos se desarrollan los microorganismos patógenos que fomentan suelos inductores de enfermedades. Debemos fomentar ambientes fermentativos para trabajar con microorganismos benéficos y neutros.
En este sentido, la tecnología EM una innovadora tecnología probiótica compuesta por un consorcio de microorganismos benéficos que actúa en la corrección biológica del ambiente, favoreciendo el equilibrio de la flora microbiana. Acelera eficazmente la descomposición de la materia orgánica y solubilización de nutrientes para producir sustancias orgánicas que ayudan al desarrollo de otros microorganismos benéficos y neutros nativos, en un ambiente fermentativo antioxidante que inhibe el desarrollo de microorganismos patógenos y enfermedades, bajando costos en fertilización y productos de control.
La tecnología EM está compuesta por bacterias ácido lácticas, levaduras y bacterias fotosintéticas, las cuales:
• No son nocivas ni patógenos, tampoco genéticamente modificados ni químicamente sintetizados.
• Ampliamente utilizadas en alimentación humana como probióticos.
• Clasificadas por la OMS en el nivel de bioseguridad 1.
• Seguras para el hombre, los animales y el medio ambiente.
La tecnología EM es de origen japonés y fue desarrollada en los años 80 por el científico Dr. Teruo Higa. Con 40 años en el mercado y presencia en 140 países, hace 25 años llegó a América latina.
FUENTE: MUNDO AGRO